"Caminando por el desierto de este mundo, paré en un sitio donde había
una caverna; allí me acosté para descansar. Pronto me quedé dormido y
tuve un sueño.
Vi a un hombre cubierto de andrajos, de pie y dando la espalda a su
habitación, que llevaba una pesada carga sobre los hombros y en las
manos un libro". A pesar de que sus padres eran muy pobres, consiguieron
que aprendiera a leer y a escribir.
El mismo se llamó "el principal de los pecadores".Se casó con una joven
cuya familia entera eran cristianos fervorosos. Bunyan era hojalatero y
por lo tanto pobrísimo. Ella no poseía ni un plato, ni una cuchara,
solamente tenía dos libros: "El camino al Cielo para el hombre sencillo"
y "La práctica de la piedad", obras que le dejó su padre al fallecer.
Bunyan solo encontró en los cultos la convicción de ir camino al
infierno.Había leído una obra de los "Ranters" y entonces cuenta que oró
fervorosamente:
"Oh Señor, no sé juzgar entre el error y la verdad. Señor, no me dejes
solo en esto de aceptar o rechazar esta doctrina ciegamente; si es de
Dios, no me dejes despreciarla; si es obra del diablo, no me dejes
abrazarla"- y alabado sea Dios por haberme guiado a clamar desconfiando
de mi propia sabiduría, y por haberme guardado del error de los
"Ranters"-Bunyan cuenta por sí mismo lo siguiente: 12"Durante el tiempo
en que me sentí condenado a las penas eternas, me admiraba de cómo los
hombres se esforzaban por conseguir los bienes terrenales, como si
esperasen vivir aquí eternamente...
Si yo hubiese tenido la seguridad de la salvación de mi alma, cómo me
sentiría eternamente rico, aun cuando no tuviese para comer más que
frijoles"."Busqué al Señor, orando y llorando, y desde el fondo de mi
alma clamé: 'Oh Señor, muéstrame, te ruego, que me amas con amor
eterno'. Entonces escuché repetidas mis palabras, como en un eco: 'Yo te
amo con amor eterno'. Me acosté y, al despertarme al día siguiente, la
misma paz inundaba mi alma. El Señor me aseguró:
'Te amé cuando vivías en pecado; te amé antes, te amo después y te
amaré siempre'."Cierta mañana, mientras yo oraba temblando porque
pensaba que no obtendría una palabra de Dios para consolarme, El me dio
esta frase: 'Te basta mi gracia'."Mi entendimiento se llenó de tanta
claridad, como si el Señor Jesús me hubiese estado mirando desde el
cielo a través del tejado de la casa y me hubiese dirigido esas
palabras. Volví a mi casa llorando, transportado de gozo, y humillado
hasta el polvo".
"Sin embargo, cierto día, mientras caminaba por el campo, con mi
conciencia intranquila, repentinamente estas palabras se apoderaron de
mi alma: 'Tu justicia está en los cielos'. Con los ojos del alma me
pareció ver a Jesucristo sentado a la diestra de Dios, que permanecía
allí como mi justicia...
Además vi que no es mi buen corazón lo que mejora mi justicia, ni lo
que tampoco la perjudica; porque mi justicia es el propio Cristo, el
mismo ayer, hoy y para siempre. Entonces las cadenas cayeron de mis
tobillos: quedé libre de mis angustias y las tentaciones que me
acechaban perdieron su vigor; dejé de sentir temor por la severidad de
Dios y regresé a casa regocijándome con la gracia y el amor de Dios. No
encontré en la Biblia la frase:
'Tu justicia está en los cielos', pero hallé: 'El cual nos ha sido
hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención' (1
Corintios 1:30), y vi que la otra frase era verdad"."Mientras así
meditaba, la siguiente porción de las Escrituras penetró con poder en mi
espíritu: 'Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino por su misericordia'. Así fui levantado a las alturas y me
hallé en los brazos de la gracia y de la misericordia. Antes temía a la
muerte, pero después clamé: 'Quiero morir'.
La muerte se volvió para mí una cosa deseable. No se vive
verdaderamente antes de pasar a la otra vida. ¡Oh, pensaba yo, 'esta
vida es apenas un sueño en comparación con la otra!'.Después de su
conversión sintió un deseo grande de predicar el evangelio a todos los
hombres necesitados, pues había comprendido el gran valor de los tesoros
que Dios les ofrece a los hombres a través de su gracia.
En su ministerio empezó a cosechar éxitos y sus problemas con el
enemigo de nuestras almas comenzaron, primero al atacarlo con la
tentación de la vanagloria y al no dar resultado estos ataques se
empezaron a esparcir rumores por todo el país de que Bunyan era un
hechicero, jesuita y contrabandista, y además que vivía con una amante y
tenía dos mujeres y que sus hijos eran ilegítimos.A pesar de estos
grandes ataques Bunyan no desistió de la predicación del evangelio y la
búsqueda de la salvación de los hombres. Entonces inició el ataque más
fuerte del maligno.
Bunyan fue acusado de no observar los reglamentos de la iglesia
oficial. Debido a esto las autoridades civiles de Inglaterra lo
sentenciaron a prisión perpetua, hasta que jurase que no volvería a
predicar nunca más.Un año antes de caer preso Bunyan hizo su oración
principal: "Fui guiado a orar, a pedirle a Dios que me fortaleciese 'con
todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y
longanimidad, con gozo dando gracias al Padre'. Además fue llevado a
considerar seriamente el pasaje "Pero tuvimos en nosotros mismos
sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en
Dios que resucita a los muertos".
En la prisión se fortaleció en el poder de Dios de manera que estaba
dispuesto a sufrir cualquier castigo por la causa de Cristo. Veía que
con toda probabilidad que en cualquier momento podía ser azotado o
torturado en una picota. Temía el destierro, que lo llevaría a ser
separado de sus seres queridos; su esposa y sus hijos. Especialmente
sufría por la suerte que correría su hijita ciega.A pesar de todo
meditaba en el horror del castigo eterno que correrían aquellos que se
negaran a glorificar a Cristo y de su deber de dar testimonio de Cristo a
pesar de todo. Más pensaba en la gloria que Cristo prepara para
aquellos que con amor, fe y paciencia daban testimonio de El. Cuando le
ofrecían su libertad a cambio de que nunca volviera a predicar el
contestaba:
"Si hoy saliese de la prisión, mañana comenzaría a predicar, con la
ayuda de Dios".Bunyan pasó 12 años en la cárcel. Un cuáquero llamado
Whitehead consiguió que lo liberaran con la ayuda de Dios, Después de
ser liberado continuó predicando con gran éxito en varias ciudades de
Inglaterra. Continuó su ministerio fielmente hasta la edad de sesenta
años, cuando fue atacado de fiebre y murió.Algunas de sus obras escritas
son las siguientes: "Gracia abundante para el principal de los
pecadores", "Llamado al ministerio", "La conducta del creyente", "La
gloria del templo", "El pecador de Jerusalén es salvo", "Las guerras de
la ciudad de Alma humana", "Vida y muerte del hombre malo", "El sermón
del monte", "La higuera estéril", "Discursos sobre la oración", "El
viajero celestial", "Gemidos de un alma en el infierno", "La
justificación es imputada" y el libro más vendido después de la Biblia
"El peregrino".
No hay comentarios:
Publicar un comentario